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Infinito

 

Trabajo en un silencio profundo, solo escucho mi respiración, el aire infla mis pulmones.

Trabajo en un silencio profundo, solo escucho mi respiración, el aire infla mis pulmones.

 

El espacio y el silencio se expanden sin encontrar los límites.

Perdido, felizmente perdido, busco un camino que desconozco. Siento que estoy flotando en la nada.

 

Balbuceo pequeños movimientos y en un instante me encuentro. ¡Estoy aquí!. Me descubro suspendido en la inmensidad del vacío.  Un punto, solo uno, es suficiente guía para comenzar un sendero.

 

Abandone la nada y ahora percibo el latido de mi corazón.

Mi mente  recorre el vacío con una línea, dibuja orbitas alrededor de un punto, crea una trama y gesta un volumen.

Mojo, corto, doblo, ato; cada acción, cada sonido construyen un espacio nuevo. Y al final cuando todo se aquieta y el camino fue transitado solo vuelvo a escuchar mi respiración.

 

Edgardo Madanes

Septiembre del 2009

Texto para la muestra “Infinito”

Galería Elsi del Río (Buenos Aires)

 

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